miércoles, 13 de julio de 2011

Entre uno y otro.




Autor: Juan Pablo


De la tristeza acumulada
al claroscuro de los sueños,
ensimismada,
difusa,
diosa pagana,
miras mis ojos sin ver nada.
Solo tienes mi paz
en mi palabra.
Si esto no bastara
quizás tengas mi mirada,
si esto no alcanzara,
esta noche eres canción en mi guitarra.

miércoles, 27 de abril de 2011

LIZ MARLO


Autor: elpoetairreverente


Estoy cerca de ti igual que el alba
y guardo de recuerdo tu sonrisa
-la que sabe vibrar- La que me salva
de esta soledad que ya me asfixia.

Escuché tu sonrisa y no distante
(porque la distancia amiga, ya no existe)
La noche en que hablamos fue un instante
-aunque sé que no estás no puedes irte-

Agradezco que me hablaras no hay duda.
Es quizás que ya esperaba esa llamada
pues mi alma confundida estaba muda
y ahogada en el silencio  (se callaba)

El vibrar del celular fue tan extraño
pero al ver que eras tú hubo ambrosía
-como dijo el poeta: no hace daño
arrancar la costra de la herida-

un recuerdo me agobiaba aquella noche
pero nada te dije…no era el caso
abriste la ilusión y fue un derroche
que siempre llevaré como un avaro.

Una amiga que comentó uno de mis poemas
Dijo…que sólo escribo a la muerte y decepciones
pero mi vida es así (no hay otros temas)
ni puedo equivocarme ni son borrones…,

por eso estos versos que te escribo
quizás sean suaves con sabor a arte…
Tu llamado fue largo y emotivo
un recuerdo inmortal  que tú dejaste.




Todos los derechos reservados ©SergioMartínJacoboMartínez, prohibida la venta y reproducción de esta propiedad intelectual.

Tu voz


Autor: Francisco de Nerval

   " Para Liz que tiene un ángel en su voz "

Ni una llamada, ni una carta,
Nada de nada, amada mía,
Ya tu voz se ha disuelto
En las espurias aguas de los aires.
Tu voz, canto supremo,
Puro prodigio que como un Cristo
Del sonido tantas veces acudió
A la gruta de mis muertes
Para desamortajarme la vida
Y así, regresarme a la alegría de los días.
No, ya tu voz, pasto de cruz,
Se ha volado hacia los nuncas
Que me habitan,
Hacia los extensos desiertos
Que me congregan
Donde ya sólo eres una remota arena,
Una ínfima partícula de un beso,
Una mota de polvo de una huella.
Ya no puedo siquiera pronunciarte
Porque en mi boca, tu nombre
Es una sombra que se escurre,
Un espectro que se desmorona
Ante cualquier atisbo de acento,
Un humo delgadísimo
De un ala de ángel calcinada
En presencia de la luz.
Olvido pues, carga tu voz,
Tu voz que en otro tiempo
Fue una parte más de mis pálpitos,
Un trino más entre los pájaros
Que despertaba las auroras
A la par de los violines azules del mar,
Tu voz, ola en roca,
Que rasgaba con sus blandas espumas
Las veladas algas del deseo,
Que penetraba en mis oídos
Desde los sexos de sus vientos
Para trastornarme las horas
Con sus soplos en mis mejillas,
Para descarrilar en lo más íntimo
Los puntos cardinales de mi ser
Y volverme un sonámbulo
Tejido a las esquinas ocultas de tu boca.
De tu voz brotaban pétalos,
Etéreos alhelíes,
Vibrantes alocuciones
Originadas en los confines de tu alma,
Que con dulzura aérea,
Con elasticidad súbita,
Se adentraban
En las enamoradas atmósferas de mi pecho.
Y ahora, ni un solo símbolo de tu aliento
Deambula por los lindes de mis labios,
Ni siquiera el hilo lejano
De un viejo eco moribundo,
Que una vez tú iniciaste,
Volverá a repetirse ante mí.
No hay rastro de tu voz,
Ni de tus ojos;
Te has borrado de este ámbito
Como una palabra antigua
De un idioma veloz.
Ya nada en mí te delata
Salvo los incesantes alaridos
De tu silencio.

Todos los derechos reservados ©CarlosDelRíoLópez, prohibida la venta y reproducción de esta propiedad intelectual.

Villancico

Villancico


Autor: Francisco de Nerval


¡ Ay, el niño Jesús,
Que nació pobrecito
Y murió en la cruz ¡


Su madre prostituta,
Su padre proxeneta,
El niño está en la cuna
Mirando las estrellas.


Se acercan los camellos
Sin reyes ni comedias
Portando caramelos
Y droga en sus papelas.


Pastores sin ganado,
Jornaleros sin tierra,
La carne en el mercado
El alma en la miseria.

Acuden los borrachos,
Las viejas alcahuetas,
El niño esta llorando
Con fiebre y diarrea.

¡ Adorad pordioseros,
Al niño y su llorera ¡
Dos ángeles chaperos
Lo arropan y lo velan.

El sida en la sangre
Es su única herencia,
El frío con el hambre
Serán hoy su merienda.

No hay oro ni incienso
Ni mirra ni opulencia
Tan sólo estercoleros
Con piojos como ovejas.

Hosanna en el cielo
Que Dios ha renacido
En un sucio agujero
De este mundo podrido.

¡ Ay, de este niño Jesús,
Que nació pobrecito
Y cargará con su cruz !


Todos los derechos reservados ©CarlosDelRíoLópez, prohibida la venta y reproducción de esta propiedad intelectual.

Versos para una pequeña amiga

Versos para una pequeña amiga


Autor Venezolano: Alejandro José Díaz Valero


Un poema para niño aunque parezca pequeño no lo es;,
 es del tamaño que el niño quiera darle, (Alejandro Díaz)




Cuando una niña lee poesía
un arcoíris brilla en su mirada,
parece que  escucha dulces melodías
tan suaves como una  merengada.

Cuando una niña lee poesía
mueve las trencitas  de su pelo
como una piñata se movería
agitando sus dulces caramelos.

La niña lee y juega con versos
y disfruta alegre su lectura,
luego abraza y da algunos besos
y regala con ellos su ternura.

Cuando una bella niña
vuela en las alas de un poema,
enciende un fuego que calcina
y como es de poesía, no se quema.

Cuando vean a una pequeña
leyendo versos muy inquieta,
déjenla amigos, que ella  sueña
cuando sea grande ser poeta.

Cuando la niña  vaya a la escuela
seguro lo Compartirá con la maestra
y juntas harán lectura placentera
de este homenaje, convertido en letras.

Si al momento de leer el poema
te dan ganas de llorar y de reír
no te preocupes, no hay problema
así  estaba yo, cuando me puse a escribir.

Envío  estos versos a una amiguita,
que son como flores en una cesta,
ella es entre todas la favorita…
Ella es mi amiga, y se llama Alexssa.



Todos los derechos reservados ©AlejandroJoséDíazValero, prohibida la venta y reproducción de esta propiedad intelectual.